En un partido totalmente distinto al jugado en el José María Minella, en esta ocasión se dejó a un costado la pierna fuerte, el nerviosismo y la mala intención para jugar al fútbol como la gente tal cual lo pedía y asi fue.
En el primer tiempo, el xeneize intentó dominar la posesión del balón apostando a la abundancia de sus hombres poniendo 5 en el medio, objetivo que logró , por momentos, pero con la desgracia de que el último pase no le salía para nada, más que nada teniendo en cuenta que la noche de Carlos Tevez quedará en el olvido por lo mal que jugó el ex Juventus. A su vez, el millonario aprovechó los desaciertos de su rival saliendo de contra y siendo consciente de que cada vez que atacaba, Boca quedaba en inferioridad númerica. Si bien los 45 minutos fueron de mucha imprecisión para uno y para el otro, la más clara fue para River con un cabezazo de Ignacio Fernández que dio en el palo cuando restaba poco para el cierre.
La segunda mitad tuvo a un claro dominador y fueron los conducidos por Gallardo. Con el ingreso de Sebastíán Driussi, de gran verano, y de Camilo Mayada por un Lucho González que pasó por desapercibido, los de Nuñez encontraron la frescura que necesitaban y la confianza para que sus individualidades crecieran, como "Nacho" Fernández. En cambio su rival se lo vio cansado por lo hecho anteriormente y casi sin la intensidad que lo llevó a dominar la primera parte del encuentro. Sabiendo que su equipo no daba respuestas, Arruabarrena apostó por Nicolás Colazo y el delantero Sebastián Palacios, con la idea de darle más rápidez al ataque, que al final no tuvo efecto. Justamente con el ingreso de Palacios, River encontraría el gol de la victoria, ya que el ex delantero de Unión fue quien pisó a Gonzalo Martinez cuando un corner desde la derecha lo encontraba al ex Huracán de espaldas en el área grande. Tras dicha infracción, Néstor Pitana no dudó en cobrar la pena máxima que luego Rodrigo Mora la concretaría con un penal fuerte al medio, mientras que Orión volaba al palo derecho. Con este tanto, el millonario se fue directo al triunfo que le otorgaría la Copa Luis Nofal.
De esta manera, River volvió a vencer a Boca en el verano con un idéntico resultado al partido de ida y que, a su vez, le permite empezar la semana del arranque del torneo con la vara bien arriba para recibir a Quilmes en el Monumental.
Por su parte, Boca termina un verano con 4 partidos perdidos al hilo, siendo el peor arranque tras muchos años sin hacerlo, y con la preocupación de su técnico de corregir los errores para que no se vuelvan a repetir, más que nada porque el próximo sábado estará visitando a Temperley en cancha de Banfield por la primer fecha del campeonato y posteriormente viajará a Córdoba para medirse con San Lorenzo por la Supercopa Argentina.
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