viernes, 20 de mayo de 2016

Le rezó a San Agustín

En otra dramática noche de Copa Libertadores como en su momento tuvo acostumbrado a su gente, Boca venció 4 a 3 por penales a Nacional de Montevideo en una definición para el infarto, en donde su arquero, Agustín Orion, se llevó todas las miradas luego de salvar al equipo de Guillermo Barros Schelotto y otorgarle el pasaje a las semifinales del certamen continental.


El jueves 19 de mayo no será recordado como un día más en el ADN de hincha xeneize, sino por haber sido la noche de "San Agustín", si, el ex arquero de Estudiantes de La Plata se lució tapando 3 penales en forma consecutiva cuando Boca estaba contra las cuerdas de caer en manos de "El bolso".

Repasando las diferentes situaciones que atravesó el encuentro, de entrada todo hacia suponer que sería especial, ya que Daniel "El Cata" Diaz, paralizó los corazones locales cuando intentó despejar una pelota del área chica y terminó marcando un gol en su propia meta. Con el resultado adverso, el xeneize fue en busca del empate que le permitiera igualar la serie e ir a una hipotética definición por penales, aunque los minutos previos a la finalización de la primera parte fueron en vano, ya que no modificó el triunfo parcial del conjunto que dirige Gustavo Munúa y además la primera mala noticia se hacia presente, como consecuencia de la salida de Marcelo Meli por lesión y el ingreso, en su reemplazo, de Federico Carrizo, hombre que al final sería clave para la clasificación.


En el complemento, Boca volvió a insistir en el juego ofensivo, mientras que Nacional apostó fuertemente a aprovechar los espacios dejados por su rival para sentenciar la historia. La tranquilidad para el último campeón del torneo argentino llegó a los 27 minutos, cuando Leonardo Jara realizó un excelente cambio de frente para que el juvenil Cristian Pavón, quién le ganó la espalda a los centrales uruguayos y con un derechazo cruzado colocó el 1 a 1.Todo era festejo, desahogo por parte del delantero, pero el hecho que marcó su presencia en el partido fue contundente, ya que al quitarse la camiseta, el juez le mostró la segunda tarjeta amarilla y a las duchas.

Con la igualdad en el resultado,tanto en la ida como en la vuelta, dos lesionados y un expulsado,  Heber Lopes, árbitro del cotejo, no tuvo piedad y, ante la sorpresa de todos, finalizó el partido sin adicionar ningún minuto, y a los penales.


La incertidumbre se hizo presente en La Bombonera ante el nerviosismo de todo un estadio que le rezaba a sus pateadores y principalmente a Orion. Vaya si este último se vistió de héroe, ya que ante los yerros de Pablo Pérez y Juan Manuel Insaurralde, el uno detuvo los disparos de Felipe Carballo y fundamentalmente el de Santiago Romero, que de convertir hubiese dejado a Boca en los Cuartos de Final. Con los 10 primeros penales ya ejecutados, todo derivó al golpe a golpe, es decir, uno por lado y el que erra afuera, pero duró poco, ya que la figura enorme del arquero xeneize volvió a hacerse cargo del momento deteniéndole el penal a Gonzalo Porras, quien no dudó en lamentarse luego de fallar. La llave de la victoria recaló en Carrizo, quién pareció no sentir esa presión de clasificar a su equipo y anotó el penal decisivo para el griterío y la alegría de todo el pueblo bostero que festejó un nuevo pase a semifinales, hecho que no ocurría desde el 2012.


De esta forma, Boca esperará por el ganador de Independiente del Valle de Ecuador y Pumas de México, cuyo resultado en la ida fue 2 a 1 a favor de los ecuatorianos, en condición de local. Lo que sí queda claro es que Boca bautizará la eliminación a Nacional como el día de un tal Orion, mejor dicho, "San Agustín"....




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